13/2/16

EN EL IHEAP


Desde Diciembre del 2014 he estado renovando mi concepto sobre el arte y la economía que lo envuelve.  Como investigadora en el Instituto de Altos Estudios en Artes Platicas IHEAP en Paris y asociada a la Bienal de Paris, trato de concebir, junto a mis compañeros, un nuevo entorno para las artes visuales que marque el siglo XXI, partiendo del acto de sustracción como premisa y moviéndose dentro del concepto de lo invisible o "invisual" como lo denomina el director del Instituto y de la Bienal.

El grupo de trabajo esta conformado por profesionales en diferentes campos donde hay 5 artistas, 3 joyeros, 3 arquitectos, 1 fisioterapeuta, 1 profesora de lenguas, 1 gerente musical, 1 historiadora de arte, 2 poetas.   El contacto con los conferencistas de diversas profesiones, no necesariamente dentro del medio del arte, nos han nutrido vastamente.  Médicos, geógrafos, matemáticos, filósofos, arquitectos, urbanistas, paisajistas, chefs, sociólogos, psicólogos, parapsicólogos, chamanes, filólogos, lingüistas, artistas, gerentes en arte,  coleccionistas, críticos, periodistas, etc. nos han abierto el entendimiento a este nuevo concepto.

La Bienal de Paris con su larga trayectoria que data  desde 1959, en la actualidad niega y evade las exposiciones y los objetos de arte, guarda como estrategia mantenerse en estado liquido, es decir, una vez rebozado el espacio, fluir al próximo, así como favorece las practicas con ese carácter ya que finalmente, no hay ninguna prueba de que el arte sea dependiente del objeto de arte.
Este trabajo sobre la sustracción pretende marcar de una nueva tendencia donde diferentes artistas insisten en romper con los canones establecidos, como producir un objeto para ser vendido y optar por imaginar acciones artísticas con las cuales sea posible desarrollar una nueva economía. Puedo citar a Joseph Beuys, Anish Kapoor, , Rebeca Horn  Gerhard Richter  y tantos mas como seguidores de los conceptos de base de la Bienal de Paris asi como los mas recientes Hubert Renard, Paul Robert, Stephen Wright, Ghisland Mollet-Viéville, Susan Sontag, Florian Bonniot, Jean Baptista Farkas, siendo este ultimo uno de mis tutores.

Algo muy interesante que conservaré como raíz para nutrir mi objetivo es el hecho de que la palabra “arte” es ambigua, según su definición (1).  Si bien toda manifestación desde su principio, vestigios de la existencia del hombre en las cuevas de Lascaux, Stonehenge, los Moai en la Isla de Pascua, civilizaciones extintas, dejaron todas estas obras como testimonio de su vida y costumbres, no sabemos a ciencia cierta en que momento comienza su comercialización desmedida, suponemos que nace en el renacimiento (2).




(1)El arte (del latín ars, artis, y este del griego τέχνη téchnē)1 es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos.2 El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción los sustratos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo. Se suele considerar que con la aparición del Homo sapiens el arte tuvo en principio una función ritual, mágica o religiosa (arte paleolítico), pero esa función cambió con la evolución del ser humano, adquiriendo un componente estético y una función social, pedagógica, mercantil o simplemente ornamental.
La noción de arte continúa sujeta a profundas disputas, dado que su definición está abierta a múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el movimiento, o la sociedad para la cual el término tiene un determinado sentido. El vocablo ‘arte’ tiene una extensa acepción, pudiendo designar cualquier actividad humana hecha con esmero y dedicación, o cualquier conjunto de reglas necesarias para desarrollar de forma óptima una actividad: se habla así de “arte culinario”, “arte médico”, “artes marciales”, “artes de arrastre” en la pesca, etc. En ese sentido, arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento, experiencia. Sin embargo, más comúnmente se suele considerar al arte como una actividad creadora del ser humano, por la cual produce una serie de objetos (obras de arte) que son singulares, y cuya finalidad es principalmente estética. En ese contexto, arte sería la generalización de un concepto expresado desde antaño como “bellas artes”, actualmente algo en desuso y reducido a ámbitos académicos y administrativos. De igual forma, el empleo de la palabra arte para designar la realización de otras actividades ha venido siendo sustituido por términos como ‘técnica’ u ‘oficio’.
El término arte procede del latín ars, y es el equivalente al término griego τέχνη (téchne, de donde proviene ‘técnica’). Originalmente se aplicaba a toda la producción realizada por el hombre y a las disciplinas del saber hacer. Así, artistas eran tanto el cocinero, el jardinero o el constructor, como el pintor o el poeta. Con el tiempo la derivación latina (ars -> arte) se utilizó para designar a las disciplinas relacionadas con las artes de lo estético y lo emotivo; y la derivación griega (téchne -> técnica), para aquellas disciplinas que tienen que ver con las producciones intelectuales y de artículos de uso.3 En la actualidad, es difícil encontrar que ambos términos (arte y técnica) se confundan o utilicen como sinónimos.
http://www.dicolatin.fr/FR/LAK/0/ARS/index.htm
O bien, mas resumido, el arte es el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones.

(2) Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un período de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento, que se extendió después por toda Europa.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del Humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El término «renacimiento» se utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura clásica, griega y romana. El término se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política, la filosofía y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por cierto antropocentrismo.
En este sentido, el historiador y artista Giorgio Vasari (1511-1574) formuló una idea determinante: el nuevo nacimiento del arte antiguo (Rinascitá), que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo. De hecho, el Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística medieval, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de Gótico. Sin embargo, los cambios tanto estéticos como en cuanto a la mentalidad fueron lentos y graduales. El concepto actual de renacimiento será formulado tal y como hoy lo entendemos en el siglo XIX por el historiador Jules Michelet.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».
El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limitó a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los Estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.

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